Los votos arquimoniales
- Ignacio Sottini
- 29 ene 2017
- 4 Min. de lectura

Una vez en matrimonio, las personas muchas veces tiene reflexiones sobre el momento en que decidieron casarse y es un poco tedioso confesar que, yo también las tuve, las tengo y las tendré por siempre. Este mes cumplo 7 años de matrimonio y quiero contarles a todos la relación amor/odio que mantengo.
Cuando decidí casarme con mi querida señora, lo hice por elección propia. Gracias a Dios vivimos en un país donde somos libres de elegir pero esclavos de nuestras elecciones. ¿Hay alguna forma de zafar de ello? No. No me arrepiento de haberme casado, pero hay veces en que mi matrimonio me vuelve loco. Desde afuera, cualquier persona pensaría que soy yo quien lleva los pantalones en esta relación y déjenme decirles lo muy equivocados que están. Es ella quien lleva los pantalones, y de tal forma que soy yo quien lleva su apellido y no viceversa.
Es por eso que decidí aconsejar a quienes aun no hayan contraído matrimonio o quienes hayan decidido a cuestionar su relación o incluso tratar de renovarla. Y aunque tal vez suenen más a mandamientos que otra cosa, es como una voz consejera de arquitecto... a arquitecto.
Primero, hay que saber respetarla. Ella se toma su tiempo para perfeccionarse y alistarse, muchas veces llevando más tiempo de lo que nosotros esperaríamos y teniendo unas rabietas únicas cuando intentamos apurarla. ¿No nos llega inspiración y la forzamos a aparecer? Nos saldrá algo horrible. ¿Llegamos tarde con el tiempo y ella simplemente tarda en imprimirse? Trabará la impresora. Ella es muy vengativa, no quiere trabajar bajo presión y siempre encontrará la forma de hacerte enfadar si no sabes respetar sus tiempos. Pero... si ella necesita que tú te quedes despierto dos o tres noches seguidas, entonces tendrás que hacerlo, muchacho.
Segundo, hay que entender que es alguien de gran apetito. Una vez pensé ¿Necesita tantas personas casadas con ella? ¿Tantos arquitectos? Bueno, pues sí. Con su belleza, cautiva a muchos desde pequeños y cuando son mayores de edad decide entregarles su corazón, de forma parcial, al tiempo en que ella se roba el de todos. Ella quiere escuelas, quiere edificios y casas, quiere parques y puentes y una sola persona no es capaz de hacerlos todos. Está en todas las ciudades y cada vez aparece en más lugares, pues la arquitectura es a la ciudad lo que la ropa al cuerpo. Necesita de eso para lucirse. Y es por eso que entendí que yo soy tan solo uno de sus cientos de esposos, pero que muchas veces podía aliarme con uno de los otros para hacerla mucho más feliz de lo que yo solo podría.
Tercero, debes tener en cuenta lo poco económica que muchas veces resulta. ¿Realmente necesitas esto?, le pregunté una vez. Y me dijo que sí de una forma muy poco convencional. En vez de hacer una sola maqueta para mostrarla, tuve que hacer dos en diferentes escalas. ¿Por qué es tan exigente? ¿Por qué es necesario que siempre deje mi billetera solamente habitada por pelusas y recibos de tarjetas? Bueno, eso se responde en lo siguiente.
Cuarto, ámala incondicionalmente. Podrá ser caprichosa, podrá ser exigente y, cuesta decirlo, hasta manipuladora, pero una vez que ella se muestra, como una doncella vestida descendiendo por las escalinatas de una mansión, nuestro corazón galopa con mucha velocidad. La gente se acerca, la mira, y nos dice ¡Muy bueno! ¡Que bien que te salió! y en nuestro interior no hacemos más que llenarnos de orgullo y alegría. ¿Que importa si gastamos cientos y cientos de pesos en ella para mostrarla? El verla realizada valió la pena, porque a pesar de las noches sin dormir, nosotros sonreímos por la forma que le damos. Porque ella es maleable y amable, toma la forma que nosotros queramos y siempre encontrará soluciones a nuestros problemas. ¿La sala de espectáculos debe ser más grande y no tenemos más espacio? Hazla en dos niveles. ¿No hay espacio para un baño? Debajo de la escalera es más que suficiente.
Quinto, aprende de ella. No fuiste su primer esposo y tampoco serás el último. De tus errores aprenderán los siguientes, por lo que tu debes aprender de los que vinieron antes que ti. Debes nutrirte con muestras de otros, ver lo que ellos hicieron bien o lo que ellos hicieron mal. Si son exitosos, ¿En donde dieron en la tecla?. Si no es algo bueno, ¿En qué se equivocó? Porque ella no viene con un manual de instrucciones, nosotros lo escribimos a medida que avanzamos.
Hoy levanto las copas llenas de champagne por mi esposa, la Arquitectura. Gracias a ella tengo mi cabello con varias canas prematuras que no deberían estar allí y gracias a ella me siento cada día más conforme con mi elección de vida. Es un dolor de cabeza, pero nos hace feliz y somos todos conscientes de ello.
Salud, tus 5 minutos de break se terminaron y tu esposa te está llamando a los gritos para que le des atención de forma permanente. No la hagas esperar, el que siempre pierde vas a ser tú.
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